La historia del I Ching
fu-hsi
Fu Hsi

"I Ching", o bien el "Libro de los Cambios", es el más leído de los cinco Clásicos Chinos. La tradición dice que este libro pudo haber sido escrito por el legendario emperador chino Fu Hsi (2953-2838 a.c.). Es posible que el I Ching derive de una técnica de adivinación muy antigua, nada más ni nada menos que prehistórica, que data del año 5000 a.C. En el ámbito de las predicciones, éste puede considerarse en absoluto el libro más antiguo de todos. Otros comentarios posteriores han sido aportados por el rey Wen y por el Duque de Chou en el XI siglo a.C.

Según la antigua tradición China, el inventor de los ocho triagramas (pa-kua) que representan el fundamento del sistema del I Ching y de los cuales derivan los 64 hexagramas, fue el primer legendario emperador Chino que gobernó entre los anos 2852-2737 a.C.: Fu Hsi.

Este personaje donó a las poblaciones muchas invenciones útiles e innovadoras para la época, como la pesca con la red, la cría de gusanos de seda y la oportunidad de domesticar los animales.
La más importante entre sus invenciones es la de los ochos triagramas y la consultación del oráculo por medio de las ramas de aquilea (Achillea millefolium).
El segundo personaje que dio su contribución a la composición del Libro de los Cambios fue Ching Wen.

Conocido como el fundador de la Dinastía Chou (1150-249 a.c.) y gran escritor (su nombre significa "civilización-ching" o "escritura-ching"), introdujo los 64 hexagramas, su nombre y significado (texto T'uan). Ching Wen escribió su libro durante la detención ordenada por Hsin - el tirano, destituido a continuación por el hijo Wu. Fu él que dio el nombre al "Libro de los Cambios".

confucius
Confucius

Se le atribuye a Confucio (Kung Tzu, 551-478 a.c.) la escritura de los Comentarios y parte de los Apéndices del "Libro de los Cambios". A la edad de 50 años, Confucio declaro: "Si el cielo me pudiera dar otros 50 años de vida, los dedicaría al estudio del I- Ching y quizás entonces aprendería a mantenerme alejado de los problemas".

Confucio escribió diez comentarios sobre este clásico, llamados "Las Diez Alas", transformando un texto de predicciones en una de las mejores obras de la filosofía.
Desde entonces el libro del I Ching fue la inspiración también para los sucesivos Taoistas, como Chuang Tzu y Lao Tzu, y para distintos filósofos y científicos.
El occidente conoció este extraordinario libro en 1854, gracias a la traducción de J. Legge.